Yanet Pinto

/ Chile

Yanet Pinto, nació en la comuna Buin, perteneciente a la cuidad de Santiago - Chile, en 1976. Divorciada, madre de dos hijas y abuela de una hermosa nieta. Cursó sus estudios en la Escuela Rural E811 de Alto Jahuel, fue en esos años que nace el amor a la lectura. Años más tarde decidió plasmar sus sentimientos en poesía. Participó en la “Cuarta Antología de Poetas y Escritores Latinoamericanos”. Actualmente escribe para la página La palabra provocada y en la red NEMESIS.

¡QUÉ ES UN POETA!

Qué es un poeta
sino un atalaya del corazón.

Un vigía del alma,
un mártir de las letras.

Adalid de lápiz y papel
voz del que no puede hablar.

Un santo sin aureola
exorcizando sentimientos.

Un demonio sin tridente
santiguando emociones
El capitán de un barco,
muchas veces a la deriva,
maniobrando entre rimas
inclementes.
La simbiosis
del bien y el mal,
torbellino y calma,
paz y tempestad!

La conjugación
del verbo amar,
en pasado, presente
y eternidad

Qué es un poeta
sino un alma errante
trazando odas en su peregrinar,
forjando caminos,
donde no los hay.
12-11-2018

SILENCIO Y AGONÍA

¿Cómo puede el silencio ensordecer,
llenar los espacios de la nada
y multiplicarse en vacíos?
¿Cómo puede el silencio
recorrer cada esquina de mi habitación sofocándome, alimentando
mi cruda realidad,
realidad que huele a ausencias
que sabe a tristezas y añoranzas?
¿Cómo puede el silencio doler a ti, doler a más no poder, hasta desangrarse
en lejanía?
¿Cómo puede ser el cruel verdugo que me atormenta noche tras noche sin
misericordia, recordándome que ya no está tu compañía?
¿Cómo puede ser, que en vez de paz me castigue con desazón? ¿Que en vez
de descanso ponga sobre mis hombros la carga de la soledad, esa que aprieta,
que oprime y que estalla en mil ecos resonando en mi atribulada razón?

Implacable silencio!!

Sólo se escucha el tic-tac del reloj imponiendo sus segundos, minutos y horas,
en una letanía acompasada y lúgubre, recordándome en cada repicar que se
me fue la vida con tu partida.

¡No quiero silencio!.
¡No quiero soledad!