Karla Pajuelo Collas

QUERIÉNDOTE

Eres mi dulce agonía imposible en esta vida mía
porque aun queriéndote como te quiero
no te puedo alcanzar…
Estos muros que nos separan
cómo quisiera derribar,
y arribar presurosa a tus mares aun sabiendo que no sé nadar,
me ahogaría en tus noches frías
porque sé que otro siente tu respirar…
Si tan solo tuviera aliento, si tan solo pudiera el viento
pronunciar tu nombre una vez más…
Y en el revés de este tormento
que me envuelvan tus brazos para que remienden mis pedazos,
porque queriendo como te quiero no te puedo olvidar…
Si estás en mí y yo en ti
por qué el mundo entero se opone y pospone lo que tengo para dar,
quizá lo llamen pecado…
pero es más inhumano sentirme tan devastada al quererte olvidar.
Ni la sombra de la muerte se compadece para dar alivio a esta crueldad,
pues ni siquiera concibo cerrar los ojos y huir hacia la eternidad.
No es por cobarde,
pues no quiero dejar de mirarte más,
con eso me conformo,
porque en mi infierno no te dejaré entrar…
Eres mi dulce agonía imposible en esta vida mía
porque aun queriéndote como te quiero no te puedo desear;
pues llegué tarde a tu vida
haciéndote imposible de alcanzar…

APÓCRIFA

Luego de esa trágica melodía, que enturbió tu vida,
Que te sumió en la ausencia y en la dolencia…
Pues el sabio tiempo me dio la advertencia…
Que solo querías mi desazón… tu amistad se mostraba
Dulce y bondadosa, cual cándida mariposa posada en una rosa…
Más en el fondo tu tirria ruin y alevosa
Te empujo a mostrar tu verdadera faz, revelándose tu antifaz.
Tu pretensión era calzar en mi camino, desafiando al mismo destino.
Te decías ser mi intima compañera pero cual mala hiena
Desleal y carroñera aguardabas mi declive
Como si devastarme fuese tu única opción…
No mostraste compasión, apuntaste, fui tu blanco, pensaste que,
Fue certera tu laceración… Pero ahora a solas lloras tu lamento
Con remordimiento. No hay máscara que cubra tu vergüenza,
Pues no hay nada que al amor no venza…no pudiste apagar mi luz
Se iluminó mejor mi vida, tu sombra no llegó a la mía
Porque me canta a mí la vida, su mejor melodía…

OJALÁ

Ojalá la vida te presente a quien no tengas que buscar.
Que te haga sentir como si nada más faltara,
Como suave rayo de luz, que por dentro repara…
Que no se canse de verte feliz, de hacerte sonreír,
Que su prioridad sea verte brillar, abrazar,
No solo tu cuerpo, aún más tu alma, hasta casi estallar
Que no le avergüence bailarte y decirte un millón de veces
Lo mucho que te ama…
Alguien que te escuche con atención,
Que ser leal sea su vocación.
Que te haga sentir, como si Jamás te hubieran hecho daño.
Que en tu soledad te diga déjame yo te acompaño,
Que su presencia sea calma, paz y medicina,
Que sientas que realmente le fascinas.
Que pudiendo elegir a cualquiera, seas tú y solo tú
La mejor elección de su vida…
Que en tus días grises, pueda iluminar,
Y en los momentos, agrios pueda endulzar.
Ojalá la vida te presente a quien no tengas que buscar.