José Luis Montoya

/ Perú

José Luis Montoya Estudió periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, pero no lo ejerce porque sabe que en el Perú no existe la libertad de prensa. Por eso prefiere escribir poesía, para decir lo que le viene en gana, sin tener un filtro que lo juzgue o que le diga qué cosas son las que debe o no debe expresar. Lo que más le gusta de la vida: las cosas simples. Lo que más ama: sus hijos. Lo que más le indigna: la injusticia. Lo que más le divierte: tomar un buen trago con sus amigos. Ha publicado los libros Detrás de la angustia (2015) y Tribulaciones (2017).

PIERNAS DESNUDAS Y ZAPATILLAS CONVERSE

Amo tus piernas desnudas,
amo tus pantorrillas,
tus rodillas, tus muslos.
amo tus piernas largas,
amo tus piernas blancas,
níveas, lechosas.
amo tus piernas desnudas,
pero amo mucho más tus
piernas desnudas con zapatillas
Converse en tus pies.

Llevo el fetiche de tus piernas
desnudas con zapatillas Converse
en tus pies.

Lo llevo desde tiempos inmemoriales,
desde tiempos de mis primeras
películas porno y masturbaciones
pueriles.

Amo el arte de tus piernas desnudas,
piernas largas, perfectas, abiertas.
amo el arte de tus pies con unas Converse,
Converse que contemplo, huelo, lamo.

Mientras estoy contigo, en la nébula
de nuestro sillón imperfecto, contemplo
detrás mío tus piernas níveas y lechosas.

Mientras estoy contigo en la penumbra
de nuestro lecho desvencijado, memorizo
tus tobillos desnudos y aprieto con mis dientes
los pasadores de tus Converse rojas
mientras hacemos el amor.

Amo tus piernas desnudas,
amo tus pantorrillas,
tus rodillas, tus muslos.
amo tus piernas largas,
amo tus piernas blancas,
níveas, lechosas.
amo tus piernas desnudas,
pero amo mucho más tus
piernas desnudas con zapatillas
Converse en tus pies.

VIAJANDO POR TUS LABIOS

Quiero viajar y perderme en el infinito
de tus labios color carmesí.

Quiero naufragar en la sonrisa divina
que de tus labios aflora.

Quiero ahogarme en tu aliento que
de tus labios brota como un río sosegado y
cristalino.

Quiero morir por un beso tuyo, que seguro
no conseguiré, más que en mis
profundos y desdichados anhelos.

Quiero despertar por las mañanas
y observar la finura de tu boca que irradia
como el sol.

Quiero ser testigo de tus arreboles crepusculares,
mientras sueño con la humedad de tus dientes
y la insaciabilidad de tu lengua.

Quiero ser el dueño de la curva milimétrica
que dibuja la perfección de tu abertura, la que
utilizas sin saber para inspirar los poemas del poeta.

Quiero ser simplemente el vigía de las contemplaciones
de tu rostro pegado a la ventana.

Simplemente quiero, pero no puedo.