
Jhonatan Noriega
/Jhonatan Noriega nació el 5 de diciembre del 2000 en un pueblo de Loreto llamado San José de Parinari. Sus estudios primarios y secundarios los realizó en su comunidad natal. El 2017 postuló a la beca 18 que el PRONABEC convoca anualmente. Llegó a ingresar al instituto tecnológico SENATI en la especialidad de mecánica automotriz, pero sus padres no contaban con el dinero para viajar a la ciudad de Iquitos y firmar el contrato, por ese motivo, perdió la beca. Algunos de sus poemas están publicados en el blog ESCRITO EN MAYÚSCULA. Hasta ahora no ha publicado un libro debido a que destruye sus escritos. Sus poemas y pinturas son frutos de la tristeza que lo acompaña desde niño. Actualmente reside en Lima y no ha dejado de escribir .
MOTIVOS DEL POETA
Para M .A .Y.
Si escribo versos es porque
las heridas de los látigos aún no cicatrizan.
Espero que un día comprendas
el espejo nublado de mis pupilas,
la extensión de mi biblioteca
y la crueldad de mis pinturas.
No he llorado todavía, pero te extraño a pesar
de los 300 ejemplares inundando mis estantes.
No he llorado todavía, pero ya tengo mi escritorio manchado de vino y en el suelo hecho trizas
tus recuerdos.
Me hago el fuerte y no he llorado todavía.
Tengo muchas cervezas en la nevera y una gana salvaje de embriagarme.
El silencio me hace amarte más que cuando estabas conmigo.
El ardor de mis ojos me incomoda. Seguro es por el whisky, no puede ser por tu ausencia.
Juré que no volvería a escribir, pero aquí estoy nuevamente.
Amo más a los libros que a tu mirada.
Disculpadme. Los amo porque ellos me amaron primero.
Ebrio voy tecleando estás líneas para explicarte que tengo una selva oscura sangrando a
borbotones detrás de mis pupilas.
Esa selva está inundándome a cada hora
Y no deja que te ame las 24 horas del día.
PETICIÓN
Para Yomira
Dejad que muera en este cuarto desolado
En el cajón donde florece la locura
hay papeles viejos
y una pluma
con los que voy a escribir el
poemas más triste de la historia.
Dejad que muera en este cuarto desolado.
En mi cuerpo tengo tatuado al dolor universal
con tinte negro de guitarra
para que todos sepan que soy poeta.
Mi verso es la ráfaga de orejas
que retumban
sobre los sonidos muertos.
Dejad que muera en este cuarto desolado.
Un día de estos
mis versos
se volverán cuervos
y volarán hasta matarse.