Diana Sierra

/

Desde joven sentí una gran inclinación por escribir y coleccionar en cuadernos mis pensamientos, poco a poco fui dándole forma a mis escritos y descubrí que podía expresar más que sentimientos, es decir aquellas realidades y mundos que nos habitan. Desde entonces, el hecho de escribir es para mí, un estilo de vida.

TREGUA

Canto el lamento de un amor que no surgió en mi soñar
visos y matices recubren la orquesta que aplauden mis aves
ellas cuentan una historia, donde no hay hadas, ni naves
no hay rosas, sólo tumbas y lápidas incógnitas, con mi otoñar.

Me levanto una y mil veces del fango que cubre mi pena con una flor
humeadas fervientes brotan de mi rostro sin forma en un solo versar
que gime incipiente por la paz no encontrada en nuestro conversar
cuánto frio, cuánto anhelo, cuánta infamia cubre mis veredas con temblor.

No hay destino que quiera seguir, no hay senda sin ti, sólo un túnel,
te busco en medio de podredumbres y soledades inertes sin un pincel
abismos gritan tu memoria y el hades pregona tu alma con mucha hiel.

Tus faros tenues calman mis oscuridades que pesan como niebla azul
subterráneos inhóspitos me transportan a tu alma que canta con un velo de tul
tu pecho es mi refugio, no temo, no grito, solo respiro bajo un solo abedul.