Alfred Asís

/ Chile

Caminando por las veredas de esta tierra se adentra en los rincones más apartados para extraerle el más puro sentimiento, desgarrar el pasado e investigar las ciencias adheridas a los elementos que habitan, habitaron y habitarán estos suelos. Una vez transformadas las visiones del Poeta las transfiere al papel, a la fotografía, a los diaporamas y a las filmaciones que comienza a presentar en establecimientos educacionales del país, llegando a lugares apartados de la civilización, en los cuales imparte sus enseñanzas, abriendo un horizonte más amplio y generoso entre los alumnos de escuelas del norte y sur de Chile desde 1970. Comienza a escribir durante la década de los 60 en sus momentos de colegio. Las letras comienzan a llenar sus libros, transformando en poesía los innumerables paisajes que le ha tocado ver en miles de kilómetros recorridos. Es así como presenta, además, exposiciones fotográficas en diferentes ciudades de Chile, acompañadas generalmente de textos alusivos y pensamientos que van más allá de la visión física, llevando la imaginación a la poesía natural que emana de su propia conciencia con el sentimiento que lo hace característico. Deja descansar sus obras y se dedica a resaltar los valores literarios de consagrados, emergentes y niños que se inician en las letras comenzando a convocar a estos para que participen en obras mundiales de antología y recopilación, homenajeando a Poetas y personajes que han dejado una huella en el mundo con su entrega, lucha y obras literarias. Reúne hasta agosto 2018 ochenta obras publicadas con la comunidad internacional, en un trabajo constante de 8 años. Innumerables instituciones han apoyado estas obras mundiales las cuales se han presentados en escenarios literarios, universidades, centros culturales y emblemáticos lugares representantes de las culturas universales tales como Machupicchu en Perú e Isla Negra en Chile.

CAJAMARQUINA

En Cajamarca
un día de la creación
nació una nueva luna
alumbró a una doncella
y le dijo, anda por el mundo
siembra tu belleza y alumbra tus ojos
para mostrar tu tierra
tu bella Cajamarca de allá, en las sierras.
Haz de tus letras
una montaña inmensa
que sea vista por todos los hombres
en todas las latitudes
por generaciones y generaciones
porque tu lumbre es siembra generosa
que trasciende las fronteras
que en el verso se admira
y se forma en la prosa.
Niña de las mil lunas
no apagues tus ojos que iluminan los caminos
que muchos transeúntes se guíen por ellos
haciendo germinar los senderos infértiles
para cosecharlos desde el alma
en frutos de humanidad.