Jonás Edwin Choque Mamani

/ Perú

Nació en la ciudad de Ilo el 9 de agosto de 1969. Su niñez e infancia las recuerda con muchas dificultades y miedos. Sin embargo, el puerto lo sostenía, regalándole siempre nuevas aventuras. En la glorieta se bañaba jugueteando en medio de las gaviotas y pelicanos. Estudió Transición y Primero de primaria en el Colegio Adventista “Dos de mayo”, después se trasladó al colegio nacional “974”. La educación secundaria la terminó en el Colegio “Américo Garibaldi Ghersi”. Le gustó escribir desde muy niño empezando a leer los comics de la época; recuerda que para leer se escapaba hasta donde alquilaban esas revistas, así como también leía obras dibujadas de Emilio Salgari, Julio Verne y otros. Ahí su imaginación volaba y escribía pequeñas cosas a escondidas. Las primeras epístolas que escribió fueron a su madre, cuando a los 16 años, tuvo que viajar a la ciudad de Arequipa a seguir sus estudios de Ingeniería mecánica eléctrica en la Universidad Nacional San Agustín, y Economía, en la Universidad Católica. En esta ciudad trabajó en proyectos de arquitectura e ingeniería, creando dos empresas denominadas “J.I.A. Ingenieros y arquitectos E.I.R.L.” y “J.I.A. Ingenieros y arquitectos S.R.L.”, las cuales regentó por más de 10 años. Lastimosamente tuvo un fatal accidente que lo obligó a dejar todos esos proyectos pendientes y fue a recuperarse a su ciudad natal. Actualmente reside en Arequipa y ha formado la empresa Jonás Ingenieros EIRL., la cual gerencia y que se dedica a hacer proyectos y obras de arquitectura e ingeniería.

HUMANIDAD

Me canso de ser hombre porque me marchito en primavera
sucede que me rodean cisnes hechos de solo cenizas tibias
el olor de tu piel me hace gritar en lloros lejos de tus días
unos lirios cortados por tus suspiros los congelo en mi nevera.

No deseo ser una tumba que muera de pena con mi muerte
comiendo cada día flores marchitas sin agua bendita de mar
no deseo ser mandrágora con raíces en huesos sin semillar
no deseo tinieblas ni un subterráneo de un cadáver solo inerte.

Madrugadas como este martes arde como un caldero triste
los luceros huyen por mi ventana mi rostro es solo una cárcel
mis calles son un espanto todo se agrieta junto a un corcel
los cuervos de color azufre cuelgan de cabellos que zurciste.

Camino con ansias con ojos de furia con tu memoria de olvido
cruzo el averno y el paraíso abrazando a algún serafín oscuro
mientras miro las almas colgando de algún alambre tan puro
mis piernas lloran lagrimas sucias por ser tu amor prohibido.

(*)

RAÍCES

Mis tierras, mis suelos, mis cielos, llegaste a mi con el nacer
me trajiste unas calles, un mar, un desierto que me abrigaba
mi inocencia me hacia ver luces en mi cuna cuando suspiraba
empezaba a sentir mi alma, el amor iniciaba recién a crecer.

Todo aun era silencio, mi puerto empezaba a poblarse recién
mis gaviotas en mi voz graznaban como ruiseñores de cristal
mis olivares manchaban mis cielos arropaban mi único zorzal
empezaba a vivir, a soñar y a sentir las maldades sin el bien.

Mi madre sus primeras caricias su amor inmenso como el sol
el fuego azul de sus ojos cuando me miraban me daban calor
ahora en mi puerto miro tu rostro y te escucho con todo amor
me ves escribir a solas en algún rincón y escuchas sin control.

Mi raza aymara nunca deslumbro agonizaba sus únicas raices
no tenia ninguna bandera ni color alguno en este pecho mio
mis huellas se deslizaban en un tobogán de tierra como un río
me sentía un campesino frente a mi mar así eramos felices.

Nunca me sentí solo siempre espere tu esperanza tus pasos
ahora ya crecido con rostro de hombre renuevo mis luchas
las luchas no son con mi entorno es conmigo y mis días
escribo para sentir mi alma y gritar libertad de mis adentros.

Lejos del olor al agua salada, lejos de la brisa en mi sola alma
te recuerdo tierra mía, te recuerdo madre mía en mis lloros
espérame desierto mio, espérame océano de agua de oros
regresare con los mismos latidos con el mismo amor en calma.

(*)

SUEÑOS

Despertando esta madrugada busco tu silueta mi niña
tu piel rosada como el brote de los primeros rosales
las frutas se deslizan en tus labios hechos de corales
mientras en tu boca se refleja mi sonrisa que te encariña.

Una luna negra se va desenredando en tu bella cabellera
cuando el viento gira en tus ojos de caramelo dormidos
vas saltando con la luna juegas con mis sueños huidos
ella se desliza en tu cuerpo mientras busca tu cabecera.

En ti renacen los trigales al mediodía junto a un pan fresco
mis olas de nieve nadan en busca de las orillas de tu cuerpo
el mar abraza con tan solo una gota mis montañas de polvo
me embriago con la brisa que penetra mi cordura de acero.

Mi pecho oscuro te busca entre las sombras de tus latidos
te amo, tu voz juega y se enreda con mis labios y mis besos
flor azul navega en mi mirada, clava tu espina en mis ojos
expulsa agua dulce y dale vida a mis trigales de mis manojos.